Subo por Los Cerros hacia el Gurugú y por el pinar de la izquierda llego al cementerio y polideportivo de Villalbilla.
Subida al campo de golf de Valdeláguila por su lateral de fuerte pendiente y después el Robledal, dónde hago parada y fonda. De momento, ni rastro de los compañeros torrejoneros.
Bajada al pueblo por los altos del mirador y llegada al viejo lavadero y fuente con nueva espera infructuosa.
Mañana fría y desapacible para la bicicleta, decido irme despacio por el camino a Los Hueros (en el que me junto en la bajada con Eugenio el médico y otro compi), camino de Mariblanca, alto del Zulema y para casa. Otro domingo será de otra manera.