lunes, 8 de junio de 2015

DE MANZANARES A LA FUENFRIA, NAVACERRADA Y LA BOLA DEL MUNDO 7 JUNIO

 Otra de ésas rutas que marcan y que estaba en el calendario deseando hacer desde tiempo.
Nuevamente quedo con Manu muy temprano para aparcar cerca de Manzanares el Real, en dirección a Canto Cochino e iniciar la aventura. Seguiremos los pasos de la Madrid-Segovia y también parte de la vía del Camino de Santiago. 
Pedalear alegre desde el principio con temperatura fesquita todavía. Cogemos el camino  llamado Cerrillo del Caño en ligera pendiente con dirección Mataelpino; cruzamos senderos técnicos rompepiernas y al final pinchamos, lo que hace retrasarnos un poco.
Continuamos por el camino que bordea el arroyo Angostura hasta llegar a Navacerrada; cruzamos el pueblo y llegamos a la Fonda Real, para bajar a Cercedilla por un sendero en descenso continuo que enlaza con el del Calvario (entretanto se nos ha cruzado un corzo que hace caer a Manu y poco más, por suerte).
Ahora afrontamos la primera dificultad de la jornada tras el susto: la subida por el valle de la Fuenfría, con unas primeras rampas duras que progresivamente suavizan; excelentes vistas desde el mirador de los poetas, mirador de la reina y finalmente, el alto de la Fuenfría, por dónde asoma la antigua calzada romana.


Proseguimos a nuestra derecha, sin más dilación, por el camino Schmidt, de gran dificultad por la cantidad de piedra en su trayecto, en continuo sube y baja, y por la masiva afluencia de senderistas que nos encontramos. Se hace duro pero ya en el puerto, no hay tiempo para recuperarse y afrontamos la gran subida encementada que nos espera, con rampas que superan el 20% de desnivel: la Bola del Mundo. Aquí cada uno sube a su ritmo porque la pendiente rompe definitivamente el dueto y desgasta al máximo las fuerzas.








Fotos, contemplación, barrita y satisfación interior plena. Las sensaciones son absolutamente impresionantes, difíciles de describir.
Bajada por la carretera del puerto hasta Navacerrada, y de Mataelpino a Manzanares el Real por el camino de ida, finalmente, en un descenso rápido para acortar tiempo.
Casi 75 km. con casi 2.000 m. de desnivel.
Agotados pero dichosos de la etapa. La sierra nunca decepciona.