Con varias propuestas sobre la mesa, me decido por la ruta del Tajuña que me resultaba más interesante.
Quedo con Pedro sobre las 8 para cargar las bicis y salir con Fernando y Luis hacia el pueblo de Loranca, dónde nos espera Sebas.
Mañana fresquita pero con un tiempo espléndido; salimos por la pista del valle hacia el carril bici de la vía verde del Tajuña. Entre risas y chascarrillos llegamos a las inmediaciones de Orusco para afrontar la gran subida de la jornada -camino de los carriles- y presentarnos en buena hora por el camino llano en Mondéjar. Cerveza y cafés al sol agradecido de la plaza.
Con el miedo en el cuerpo todavía de la persecución de un perro, salimos por el paseo del Cristo, pasando la ermita de San Pedro, hacia el camino de Escariche a un ritmo incesante en continuo rompepiernas.
Llegada al alto del valle con unas vistas excepcionales y ya sólo queda la bajada por pista al pueblo de inicio, dónde finaliza la gran ruta alcarreña.
Jornada espectacular en todos los sentidos, para no olvidar...
