Hacia Daganzo, como punto de encuentro, a todo gas y a las 9, van apareciendo los 7 compañeros torrejoneros.
A un ritmo bastante fuerte, llegamos por las crestas a Ribatejada y posteriormente El Casar, dónde abrevamos.
Al salir del pueblo, nos acompaña el viento y el calor y hace mella en mi bajo estado de forma que me frena ostensiblemente de la intensidad del grupo.